Esa tragedia que la gente siente
cuando va con su ofrenda al cementerio
y le parece que, al poner coronas,
queda muy bien con lo que piensa el mundo...
Y todos van con relumbrantes ropas
con sus mejores sedas y atavíos
y se comparan entre sí las galas
con vanidad de buitres satisfechos.
Pero los muertos esos, esos muertos,
que ya la tierra reclamó a su seno,
les gritarán desde la negra tumba:
¡Idos mejor, no pisotéis mis huesos!
Chepén, 2 de noviembre de 1939.
ULISES ROBLES VIERA.
N.R.- Publicado en el diario "La Unión" de Pacasmayo.
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