jueves, 21 de junio de 2012
MI CANCIÓN A PIZARRO.
POEMA INÉDITO DEL AUTOR:
ULISES ROBLES VIERA
DEL ORIGINAL QUE ESTÁ ARCHIVADO EN LA BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ.
MI CANCIÓN A PIZARRO
CANTO PRIMERO.
L A A N U N C I A C I Ó N.
Humilde mocozuelo de la feraz comarca
que un día en porquerizo te transformó la suerte
sin el sustento diario que te negara un padre
que como buen soldado jugara con la muerte.....
¡Cómo tendrían frío tus carnes ateridas
por los cierzos de invierno y amaneceres turbios
cuando, de la pocilga llevaras a los cerdos
arriándolos a gritos para evitar disturbios!....
Y, en la vieja casona de blanco enjabelgado,
tu madre: ¡Oh buena madre! como siempre lo han sido
todas las buenas madres con hijo abandonado......
Te miraba a lo lejos pasar meditabundo
buscando con angustia a los cerdos perdidos
cual si loco buscaras tesoros por el mundo ......
Y allí, sobre las rocas, mirando a la distancia
las perfumadas nubes azules de tu cielo,
¡Cómo se perdería confundiendo tu anhelo
el glauco de tus ojos con tu infantil desvelo!
Las caricias al viento de tus bucles sedeños
en las profundas noches de sueños solitarios....
La estrella fugitiva que atravesó los cielos,
¿No era acaso la dama que cabalgó en tus sueños?
Cuántas veces de niño, mirárais asombrado
aquel fulgor de estrellas de aquel cielo encantado
que cubre para siempre los montes de tu patria....
Y cómo soñaríais con el fulgor extraño
que vierten los luceros en el endrino paño
después de las faenas tan duras de tu casa....
En tanto que, el suspiro de tu pequeño pecho,
que tu mano, ya ruda, lo contuviera a pocos,
cual si quisiera un mar salir desde su lecho
rompiendo furibundo las rocas a su paso.....
Sentías turbulencias de extraños movimientos
como esas marejadas que van en las tormentas,
y deshacen la espuma de las olas violentas
bajo el capuz tremendo que cubre los océanos.....
Apareció en tu vida el ángel del destino,
rompiendo con su espada las zarzas del camino;
y levantando el dedo, te señaló la gloria.....
Como un portento inmenso de ensueño sonrosado;
aquella ingrata gloria de rubia cabellera
que un día en pordiosera la transformó la historia......
C A N T O S E G U N D O
L A E X A L T A C I Ó N.
Cogiéndote del brazo te señaló el sendero
¡Oh, sublime guerrero de la invencible raza!
Bronces, hierros y aceros de famas toledanas,
¡Como esos bronces viejos que tienen las campanas!
Y, entonces, a rebato, cogiendo de sorpresa
de tu alma que espantada mirara su futuro,
con el temblor de dientes que miran los profetas
el libro de la vida con su leyenda impresa.....
Te cogió el huracán como levanta el árbol
de tu alma en gonfalón de la increíble gesta:
suave puño de acero para la lucha presto.......
Soñar de aventureros en los puertos hispanos,
mirada de aguiluchos oteando los océanos
que ofrecen las primicias de encanto y de misterio.......
¡Oh, tremenda locura de quijotesca empresa:
la lucha de los leones hambrientos por la presa;
tremar de carabelas perdiéndose en las brumas
con el acongojamiento de velas taciturnas.......
Y en esas agonías de avizorar lo extraño,
la tremenda amargura de sentirse rebaño,
enarcando las cejas entre la soldadesca
que buscaba el motín para empezar la fiesta;
el relucir de espadas, la mirada hosca y fiera,
el hombre, que era humano, volverse una pantera
que mataba el motivo, pero no su dolor.......
Mientras que, en la espesura de la selva dormida
descansaba Golconda por los rayos herida:
dos mil palacios de oro, repletos de fulgor.......
-¿Tienes las manos tintas en sangre, buen hispano,
y tu cuerpo te brilla como un rayo del sol?
- Hay en aquellas tierras donde extiendo mi mano
más tesoros soberbios que quiso Salomón.......
El coraje y la audacia se mezclaron un día;
y sintió que en su pecho se agitaba algún león.
Ya podría dormirse la encantada princesa
¡pues Pizarro, de un golpe, le partió el corazón!......
¿Dónde van los bajeles de las proas crujientes?
¿por qué miran ansiosos a lo lejos del mar?
¿por qué temen hallarse dentro horrendas rompientes?
¿por qué dudan y escrutan; y al altivo Pizarro
a pesar de su porte y su arresto bizarro,
le preguntan temblando: ¿para dónde se van?
Es que tuvo en sus brazos reclinada a la historia
y era inútil su angustia de querer escapar.......
¿no volaban las aves de colores tan raros,
y otras nuevas estrellas se veían rielar?
¿Por qué, entonces, la duda conmovía a los godos
y en sus labios había más afán de rezar?
¿no era cierta la lucha? ¿no era cierto el imperio?
Más inmenso y grandioso que el imperio del César?
Es que aquellos puñados de guerreros tan bravos,
trece sombras del Gallo de heroísmo sin par,
presentían que estaban acercándose a pocos.......
Y su afán de llegar los ponía unos locos,
al país de leyendas que forjó fantasías,
un cacique iracundo por un juego de azar........
C A N T O T E R C E R O
E L T R I U N F O.
De arcilla formó al hombre, el Dios omnipotente;
y ante el divino soplo le circuló la vida,
y penetró la savia como se va el torrente
por entre lo intrincado de selvas y de montes.......
De pie, sobre la puente de ese vulgar navío
que las ondas rompiera de nuestro mar tranquilo:
¡Cómo sintiera el héroe su espíritu bravío
asomar a lo lejos, el sol por el oriente!.......
Porque tras las montañas de ubérrimos paisajes:
frío, hielo y azul; calores tropicales,
había un gran imperio formado por salvajes…….
Y era su espada acero que lo cortara al viento,
y aquella griterìa de la mezquina plebe
podía destrozarla con su furor violento…….
¡Oh, Capitán Pizarro ¡Quizá estuviste en Troya
y contemplaste a dioses pelear entre los hombres,
de Júpiter Tonante escuchaste el augurio
y viviste con Hércules a través de la gloria.
Porque lo formidable de tu tremenda empresa
era cuestión de dioses bajados a la tierra;
cantar de Choquehuanca: ¿quizá pecó la raza?
El cráneo de su hermano el Inca volvió taza.
Por eso es que, al mirarte por la bronceada gente
tenías algo grande que parecías Dios;
traías en tu mano la espada refulgente.
Y brillaba en tus ojos la chispa del castigo
como esos terremotos que llevan anatemas;
¡tremar de los volcanes que el mundo partió en dos!
¿Te tomó el instrumento la fuerza de tu sino?
¡El Imperio quebraste de los Hijos del Sol!
¡Algo había en tu estrella, que era rojo y divino
como esos mensajeros que manda siempre Dios!
¡Cómo te sentirías, tú, que naciste humilde,
sentado sobre el trono que levantó el valor.
¡Raza de Huayna Cápac, simiente de los guerreros,
tuvo que ser guerrero, quien te venció mejor!.......
Y los paganos dioses temblaron en sus templos;
y huyeron a la sombra de sus antros obscuros
pegándose espantados a los horrendos muros…….
En tanto iluminaba nueva luz las conciencias;
y roto en su retablo temblaba el paganismo
ante la luz brillante que impuso el cristianismo…….
Fue aquella tu apoteósis: ¡Oh, subime Pizarro:
¿quién estaba en la Tierra? ¿no era Cristo y su Cruz?
Por el dorado espacio cogió Apolo su carro
y se perdió en la sombra porque llegó Jesús…….
Fue un Imperio soberbio que mandaban tiranos:
cien mil indios esclavos devoraban sus manos
en un afán de locos sacándole a la tierra
sus más preciados frutos para seguir la guerra…….
Esa guerra que impone la bestial fuerza bruta,
como si fuera cierto que el hombre está maldito
para siempre en la negra y horripilante ruta…….
Pizarro fue un enviado que Dios mandó a la Tierra,
mas no un predestinado del signo de la guerra,
por eso es que su triunfo se agita cual bandera
de las revoluciones que un mundo transformó…….
C A N T O C U A R T O
E L O C A S O
¿Qué sentiría tu alma de rudo peregrino?
¡Oh, Pizarro el valiente, más sencillo que el mar!
¿Cuándo apagaste el sol del incanato agreste
haciendo que surgiera de aquella obscuridad?
Inflexible y tremendo capitaneaste el grupo
y fuera en tu avanzada a la ciudad imperial,
un grupo de titanes que hasta las nubes supo
amarrar a su carro de vencedor triunfal…….
Y aquellos dulces ojos de la vicuña herida,
sangre de Manco Cápac, formando un manantial,
de aquella vicuñita, mujer siempre querida,
que se prendió en tus ojos como una mariposa:
Algo había en tu pecho, bajo el acero frío
y aquel acero frío, tenía corazón…….
Redimido en los besos, porque el amor redime:
¿te perdonó el Imperio de los Hijos del Sol?
Hay dos ríos gigantes que cruzan los océanos
y aquellos grandes ríos, son indio y español…….
Porque al besar tus labios, sangre azul de princesa,
algo tuvo de reyes, la tuya, vencedor:
Tal vez si fuiste un día, Faraón por Egipto;
o tal vez, soberano del País del Valor…….
Porque la virgen india, de mente indescifrable
te dio un clamor de selvas y orgullo tropical.
Algo había en sus brazos: dulzuras inefables,
temblor de carne roja junto a la tuya, rubia,
un misterio en sus ojos; y una vida en la tuya
como se apaga el fuego que empieza a parpadear…….
………………………………………………………...
¡Qué solitarios quedan los héroes sin las armas!
¡qué tristeza que siente su energía sin par!.......
Hay una campanada que suena en la ultratumba
y aquella campanada los hace hasta llorar!
Pensativos, entonces, recuerdan sus hazañas:
diez mil fieros combates se cruzan al azar.
Y hay dolores tremendos y hay muertos por montañas
cuando el capricho a un hombre lo quiere atormentar.......
Tal pasara a Pizarro después de las batallas,
luego de haber vencido, cubierto de metralla,
a esos indios infieles que supo conquistar:
¿qué le dejó en su vida? ¿arrugas en el rostro?
¿mil heridas abiertas que no pudo cerrar?
Y el sueño atormentado del que pasó en naufragios
soñando con la gloria por una eternidad?
¿Y el terror de la historia? ¿y el temor de los santos?
¿dónde estaba lo cierto? ¿Judas, Cristo o Caifás?
¿Si era la bolsa abierta del que vendió siniestro
o era el gesto infinito que supo perdonar?
Por eso, los aceros, cuando quedan guardados,
tienen brillo en la sombra de un horrendo color,
y aunque estén las espadas metidas en sus vainas
¡están sudando sangre de horrible fulgurar!.......
¡Nunca más! ¡Nunca màs! es el sueño del grande
la eterna pesadilla del que llegó a triunfar.
Siempre queda una sombra que se expande y se expande
y esta sombra maldita, jamás deja gozar.......
Porque tras de las sombras de las noches obscuras,
espectro, tras espectro, sale en la eternidad,
tras él, Almagro el Grande, muerto tras las impuras
prisiones misteriosas de la ciudad imperial.......
O el pálido reclamo del Inca suplicante;
- Capitán rubio y zarco: ¿qué cosa te hice yo?
Tienes las manos llenas del oro rutilante
y mil tesoros tengo para ofrecer vibrante
con tal de que me dejes salir hacia adelante
para librar mi Imperio vencido por tu Cruz.......
No hay caso, entre los labios del español triunfante
en vez de la alegría se sepultó el dolor:
¿dónde estaba lo cierto después de luchar tanto?
¿es que hay siempre en la vida del hombre su Tabor?
¡Pobrecito, Pizarro, que conquistó el Perú!
quizá tuvo la culpa de descubrir valiente
todo lo poderoso de un nuevo continente
para que un rey tuviera, mayor excelsitud.......
La fratricida mano de un Inca omnipotente.......
¿Vertió Caín la sangre caliente de su hermano?.......
...............................................................................
Hay dos puertas abiertas y el marqués va a llorar;
mientras que sus hermanos compungidos esperan.......
Tal vez, una bandera se ha visto levantar........
Hay silencio en las punas y frío en las montañas,
y sobre el mar airado mil prodigios se ven..........
............................................................................
Es que ha muerto Pizarro por doce puñaladas
y a la Cruz de su Cristo la han herido también.
..........................................................................
ULISES ROBLES VIERA
N.R.- Este Poema a Pizarro fue presentado por el autor: Ulises Robles Viera a un Concurso Nacional sobre el conquistador hispano. Por algún motivo fue archivado en la Biblioteca Nacional, de donde lo hemos trascrito para que pueda ser apreciado por sus alumnos, amigos y lectores de este blog.
Sabemos que existen otros poemas inéditos del vate mencionado, apenas los consigamos de los archivos en los cuales están guardados, los publicaremos para su lectura y posterior edición.
Su hija Rosa Mercedes Robles Hora vda. de Arias, tiene listo un primer volumen de las obras de Ulises Robles Viera, que será publicado próximamente.
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